Vivimos desde hace décadas en un proceso de cambio constante. Y no hablamos de cambios sutiles precisamente. Es fácil sentirse desorientado ante una revolución tan sustancial como la que supone el entorno digital. A ratos da la sensación de que somos el personaje principal de una novela de Kafka.
Y es que no andamos muy lejos de algunos de los temas tratados en “La metamorfosis”. Una visionaria novela con más de 100 años de antigüedad que parece cobrar más sentido cada año que pasa.
«Después de una mala noche, Gregorio trata de levantarse para ir a trabajar y se da cuenta de que se ha convertido en un enorme insecto»
En la novela, quien cambia es Gregorio que pasa, de ser un humano, a ser un bicho horrible que ya no puede vivir su vida con normalidad. Sin embargo, en nuestro momento, lo que ha cambiado es el contexto. Y si las empresas no cambian se van a sentir como Gregorio, incapaces de funcionar.
La transformación digital lo ha cambiado todo.
La forma de relacionarse, de opinar, de compartir y de aprender ha sufrido un cambio radical tanto a nivel social como en el ámbito empresarial. Los datos no valen para nada sino se comparten, se estudian y te sirven de guía. Ya no vale lo que hacías, y lo que haces hoy no será lo mismo que hagas en 5 años.
Por eso, es importante ser flexible, ágil y dinámico. Estar atento a las oportunidades que plantea la transformación digital. Se acercan tiempos económicos convulsos y como dijo Darwin, sobrevive quien mejor se adapta al cambio.
Al final de la novela, Gregorio se encuentra herido, confuso y sin poder trabajar. De no poner remedio a tiempo, un destino similar le espera, sin duda, a las empresas que no hagan su propia METAMORFOSIS.